Dulzura mía, herida mía, amor mío.
Viejas torres de luz se desvanecen
Y la ternura entreabre los caminos.
La tierra es ahora nuestra patria.
Entre la hierba y las aguas avanzamos,
Del lavandero donde brillan nuestros besos
Al espacio que fulminará la guadaña.
“¿dónde estamos?” Perdidos en el corazón
de la paz. Aquí, bajo nuestra piel,
bajo la corteza y el barro, sólo habla.
Con su violencia de toro, la sangre
Fugitiva que nos confunde y nos conmueve
Como esas maduras campanas sobre el campo.
Philippe Jaccottet de Poesía francesa contemoránea, 1915-1965: Antología bilingüe
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