lunes, 19 de enero de 2009

Invitación al baile

NO a la locura. No a las soledades. No al huesecito del carámbano, a la semilla de la harina, al átomo de polen. No a la gran carcajada del tamaño del mundo. No digo el mundo como tal, digo las dimensiones del mundo que cabe en mi bolsillo.

No y no a la muerte, a la prolija herida por la que se desangra sin escándalo, organizadamente, gota a gota, la vida de la vida.

No a tu culo de mono, a tu rosado culo de mono ecuatorial, que desordena mis papeles y reseca mi pluma. Y no a la parpadeante risa del infinito abismo de tu vagina autoritaria.

No y no a tus celos inconmensurables. No y no a tu labio chupador, a tu teta romántica. Me cago en el alféizar de tu ventana, ésa que da a occidente, es decir, al poniente. Meo en tu bacinilla decorada. Caigo de bruces en el discreto pliegue del vértice negruzco de tus muslos morenos.

Así ando con el sexo, bajo la tiranía obedientísima de mis cansados genitales. Me moriré besándote en la boca. Me comeré tu risa como antes me he comido tu madura tristeza.

No tengo límites. Límites no tienes. ¿Vamos a asesinarnos?



José Viñals del libro Animales, amores, parajes y blasfemias

2 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

¿Para cuando el Cervantes para Viñals? Es un poeta, como otros y otras olvidados, que lo merece.
Y con la precaria salud que tiene
valdría la pena que no se demoraran mucho. "El largo invierno ha de venir, pero esta vez no será largo" apunta José en "Cronos", otro poema del mismo poemario.

Sigo las lecturas en este blog
con gratitud, compa.

Un abrazo,

Víktor

R.S dijo...

Mil gracias Viktor, es un placer tenerte por aquí. Lo de Viñals es lo de siempre... para qué claudicar, todos los poetas que se dedican a escribir poesía y no a farandulear tienen poca purpurina ganada, pero nos tienen ganados a nosotros, que como lectores, damos el premio de la fidelidad y la ilusión al propio acto de escribir. Viñals es ya parte del homenaje a la poesía.