aún crepuscular. La lengua roja
enciende su perfil.
Salgo al silencio
y penetro la vida de las cosas
y no sé si el centeno es la hermosura
o es la sed la verdad.
En este ahora
de secreta extensión, cuando no ciega
mis sentidos la furia luminosa
del resol cereal, y están creciendo
el zureo nupcial de las palomas,
los pájaros ocultos, la paciencia
de los robles, aún, salgo a los huertos
y me busco en las aguas y las sombras.
Antonio Gamoneda del libro "Exentos II. Pasión de la mirada"
2 comentarios:
Un buen poema para retornar a la esencia, a la niñez o a la tierra.
Un saludo!
Tienes razón Elisa, es buena esta manera de retornar a la esencia. Gracias por compartir.
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