lunes, 2 de febrero de 2009

¿De dónde venimos, a dónde vamos? (I)

Nuestros días esperan su turno en las palmas de los niños,
nuestros días son semillas en las palmas de los niños,
en las palmas de los niños verdearán.

Pero los niños puede que mueran mañana,
no de paludismo ni de difteria,
ni tampoco por caerse a un pozo;
los niños puede que mueran mañana
pueden morir mañana como si fueran soldados barbudos,
los niños pueden morir mañana abrasados por las nubes atómicas
sin dejar ni un puñado de ceniza
nada salvo sus sombras.
Como unos negativos en la oscuridad del vacío.
Crematorio, crematorio, crematorio.
Veo un mar,
un mar cubierto de peces muertos.
Negativos en la oscuridad del vacío,
los días que no hemos vivido
son los que desaparecen junto con las palmas de los niños.



Nazim Hikmet del libro Poemas Finales

2 comentarios:

TrasTera dijo...

Qué adecuado para los días tristes que nos toca vivir. Muerta la niñez en los crematorios injustos de esta edad moderna...

R.S dijo...

Pues sí Elisa, lástima de los ladrones de vidas, lástima de los poetas que deben vivir (y por tanto contar) estas ausencias.