lunes, 20 de octubre de 2008

Sobre el poema

Un poema crece inseguramente
en la confusión de la carne,
sube aún sin palabras, sola ferocidad que gusto,
tal vez como sangre
o sombra de sangre por los canales del ser.

Fuera existe el mundo. Fuera, la espléndida violencia
de los granos de uva donde nacen
las minúsculas raíces del sol.
Fuera, los cuerpos genuinos e inalterables
de nuestro amor,
los ríos, la gran paz aparente de las cosas,
las hojas durmiendo el silencio,
las semillas al soco del viento,
-la hora teatral de la posesión.
Y un poema crece abarcando todo en su regazo.

Y ya ningún poder destruye el poema.
Insostenible, único,
invade las órbitas, las fachadas amorfas
la miseria de los minutos,
la fuerza sostenida de las cosas,
la redonda y libre armonía del mundo.

Debajo el instrumento ignora perplejo
la espina del misterio.
Y se hace el poema contra el tiempo y la carne.



Herberto Helder (del libro O el poema continuo)

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