jueves, 16 de octubre de 2008

Canto vigesimocuarto

El coño es una telaraña,
un embudo de seda,
el corazón de las flores;
el coño es una puerta
que da quién sabe adónde
o a una muralla
que hay que derribar.

Hay coños que son alegres,
coños locos de atar,
coños anchos, estrechos,
coños de pacotilla,
charlatanes, tartamudos,
y hay coños que bostezan
y no dicen una palabra
así los mates.

El coño es una montaña
blanca de azúcar,
un bosque lleno de lobos,
es la calesa que arrastra a los caballos;
el coño es una ballena vacía
llena de aire negro y de luciérnagas;
es el bolsillo del pájaro,
su gorro de dormir,
un horno donde arde todo.

El coño cuando toca
es la cara del señor,
su boca.

Es del coño de donde ha salido
el mundo con las nubes, los árboles, el mar
y los hombres uno a uno
y de todas las razas.
Del coño ha salido incluso el coño.
¡Coño, el coño!


Tonino Guerra del libro La Miel (1993)

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