miércoles, 27 de mayo de 2009

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Llora, porque toda mirada entraña error.

Mas los andrajos, horca, palio y cruz no morirán por este llanto. Mejor, fulgir a solas y rezar en balde. ¿Como el topo? Así; dueño de la penumbra y de su asfixia. Hablando por hablar. A ciegas. Ojo del corazón, quema el paisaje.



Jose Miguel Ullán del libro "Ardicia"

4 comentarios:

Divina nena dijo...

como el topo... dueño de la penumbra y de su asfixia, qué dureza, qué real, qué bueno.
Seguiré asomándome

gloria dijo...

Triste pérdida de un gran poeta...

Gracias por estos versos.

R.S dijo...

ambas tenéis razón... la asfixia... en el más amplio sentido de la palabra... le hizo marcharse de aquí. Mil gracias por compartir.

Eduardo Fariña Poveda dijo...

Una lástima su partida. Ahora nos toca leerlo en profundidad, como a los grandes. Muchas gracias por ese texto. Un saludo.